Reúne el Evento de Expresión y Arte Scout 2008 a 10 mil personas en Fundidora
Paulo AlvaradoAgencia ReformaMONTERREY, Nuevo León, 17-Nov .- Entre muestras de tallas en madera, sabores autóctonos e himnos inéditos, los chicos scout aprendieron por cuatro días que seguir la filosofía de Lord Baden-Powell es sinónimo de disfrutar la naturaleza, superar metas y hasta unir a la familia."Desde niño, hace 32 años, fui scout en Lerdo (Coahuila), pero hace poco me integré de nuevo, ahora en Torreón, y lo hice por mis hijos", expresó Raúl Mora Luna, quien participó con su familia, en el Evento de Expresión y Arte Scout 2008, que ayer concluyó.La convención anual reunió unos 10 mil scouts originarios de Ecuador, Bélgica, México y Estados Unidos, quienes compartieron sus trabajos en artesanía, danza, canto, poesía y gastronomía, entre otras expresiones, en el Parque Fundidora.Con el característico pañuelo en forma de corbata, la camisa adornada con parches y pantalones cortos, el comerciante participó en la convención acompañado por su hija, su esposa y su sobrina."Aprendes a valerte a base de retos, a conseguir metas. Educas a los jóvenes a tener carácter, disciplina y compromiso, valores de los cuales carecemos mucho las familias. Además, integra a la familia".Su hija, Gabriela Mora Tovar, se sumó a las filas de los exploradores hace unos cuatro meses, después de que sus padres se habían unido al grupo scout de Torreón."Pensaba que era algo aburrido, pero en realidad conoces gente, aprendes algo nuevo cada día", indicó la chica de 16 años."Pensaba que nada más estaban sentados aprendiendo las leyes scouts, pero hacemos juegos que nos dan perspectivas, nos llevan a una meta y te hacen más independiente".Originaria de Taxco, Guerrero, Daniela Bahena Arauz participó con su hermano Pedro Antonio, ambos visitaron Monterrey por primera vez."Ser scout es como lo ves ahorita: estamos conociendo gente nueva, conviviendo en un ambiente abierto, verde y no dices 'hay que cuidarlo', sino que simplemente lo disfrutas", expresó la chica de 18 años."¡El parque es la onda! La verdad está muy bonito. Está muy tranquilo, te relaja, puedes caminar, encuentras muchas cosas en un sólo lugar. Es la primera vez que vengo a Monterrey."Nos vamos muy contentos. Y a los que se quedaron en Taxco les vamos a decir... ¡que se lo perdieron! Que para la otra ahorren, porque se lo perdieron y ni modo. Vamos a presumirles".
martes, 18 de noviembre de 2008
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